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Etiquetas: Reformas en general

Pintura, Reformas en general

Todo lo que tienes que saber a la hora de pintar la fachada

Si vas a pintar la fachada de tu casa y no sabes por donde empezar, no te preocupes, en este artículo te vamos a explicar todo lo que necesitas saber para pintar.  ¡Veamos cómo se hace!

 

¿Qué me hace falta para pintar la fachada?

Lo primero será reunir los materiales necesarios. En este caso necesitarás papel de periódico, un rodillo con alargador, la pintura que quieras utilizar, cinta de carrocero, una escoba y, por supuesto, ropa vieja que no te importe que se manche de pintura. Si no te quieres manchar las manos puedes emplear guantes, eso ya depende de ti mismo.

Antes de ponerte a pintar prepara la fachada

Antes de empezar a pintar deberás de cubrir el suelo con el papel de periódico. Procura abarcar una gran superficie y, a ser posible, pega este a la pared o al rodapié con la cinta de carrocero. Lo que buscamos colocando este papel de periódico en el suelo es que el suelo no se manche de pintura.

 

Con la cinta de carrocero tapa todo lo que no quieras pintar de la fachada. Si cuentas con algún enchufe, marco de la ventana o cualquier otro elemento, lo puedes cubrir con cinta de carrocero para que no lo manches con el rodillo. De esta forma podrás apurar sin miedo ya que si te pasas estarás manchando la cinta de carrocero que luego vas a quitar.

 

Ahora será el momento de limpiar la fachada. Utiliza la escoba y barre literalmente la fachada con ella. Con esto lo que vamos a hacer va a ser limpiar la superficie de polvo para que la pintura se adhiera mejor. Además, esta es una buena ocasión para ver si hay alguna grieta o desperfecto que tal vez quieras reparar antes de empezar el proceso de pintura.

Turno de la pintura

Con la fachada preparada ahora es el momento de la pintura. Simplemente sumerge el rodillo en la pintura que hayas elegido y el proceso será tan sencillo como pintar de arriba hacia abajo.

 

Cuando sumerjas el rodillo dentro del cubo utiliza este cubo para eliminar el exceso de pintura del rodillo. De esta forma tu rodillo no goteará y la capa que apliques será bastante más uniforme. Si la fachada es elevada deberías de empezar a pintar por las partes más altas. Si cuentas con un brazo extensible para el rodillo estupendo, si no, siempre puedes subirte a una escalera, lo que más cómodo te resulte.

 

Por otro lado, te recomendamos que como mínimo apliques dos capas y preferiblemente tres. Cuantas más capas apliques más protegida estará tu fachada y seguramente quede bastante mejor. Recuerda que una fachada se encuentra habitualmente expuesta a toda clase de condiciones meteorológicas que la desgastan, cuanta más protección, mejor.

 

Una vez acabado el proceso de pintura retira la cinta de carrocero, tira el papel de periódico y será momento para disfrutar de la obra de arte que has hecho en tu fachada.

 

 

 

calefacción, Reformas en general

¿Qué tipo de calefacción debería elegir?

 

La calefacción es algo de lo más necesario en cualquier tipo de vivienda. A pesar de que existen muchos tipos de calefacción diferentes todas ellas tienen el mismo propósito, aportar calor al hogar. En este artículo te vamos a hablar de las calefacciones más habituales para que tengas claro en que situaciones son más indicadas o lo que pueden aportarte a tu hogar.

 

Factores a tener en cuenta a la hora de elegir la calefacción

Cada casa es diferente y, precisamente por esto, hay que tener en cuenta aquellos factores diferenciales que la hacen única de cara a disfrutar de un tipo u otro de calefacción.

Hay que tener en cuenta el tamaño de la casa, ya que no será lo mismo calentar una casa pequeña que una grande. La orientación de la casa también es importante ya que dependiendo de esta tendrá más o menos temperatura. Otros factores que también se deben de tener en cuenta son los aislamientos con los que cuente la casa y la climatología de la zona.

Por último, el precio de la energía. No todos los tipos de calefacción cuestan lo mismo y, a pesar de que uno nos pueda resultar más útil que otro, tal vez el gasto que supone nos disuada a la hora de utilizarlo o prefiramos buscar una alternativa.

Vamos a ver algunos de los tipos de calefacción más habituales.

 

 

 

Caldera + radiadores

A la hora de elegir una caldera puedes optar por que esta sea de gas natural o de gasoil. Cada una de ellas cuenta con sus propias ventajas, por ejemplo, la caldera de gasoil no depende del suministro del gas ciudad y es más económica de instalar.

Independientemente del combustible de la caldera, este tipo de calefacción es estupendo para poder calentar toda la casa por igual dependiendo de la distribución que hagas de los radiadores. Su uso es recomendable en viviendas grandes y, sobre todo, en climas más fríos debido a la potencia con la que cuenta.

Aire acondicionado

Además de producirte frío en verano, el aire acondicionado puede ser una fuente importante de calor durante el invierno. A día de hoy puedes encontrar aparatos de aire acondicionado altamente eficientes, por lo que su gasto energético es moderado.

 

El aire acondicionado es ideal para una vivienda que no sea muy grande y, sobre todo, en climas de temperaturas suaves. El aire acondicionado puede sufrir con temperaturas extremas ya que puede formarse hielo en su sistema y que este se acabe estropeando.

 

 

Menos emisiones contaminantes

Al aislar a nivel térmico una vivienda estamos contribuyendo a reducir las emisiones contaminantes de efecto invernadero. El menor consumo de sistemas de climatización reduce nuestro consumo de energía y, con ello, las emisiones de CO2 a la atmósfera, principal causante del calentamiento global y el cambio climático.

Estufas de biomasa

Las estufas de biomasa suelen ser la alternativa cuando no se tiene acceso al gas natural en casa. Estas estufas cuentan con un gran poder calorífico y las podemos mover bien por toda la casa, calentando las habitaciones a su paso.

 

Se trata de uno de los tipos de calefacción más ecológicos que existe. Su uso está especialmente recomendado para viviendas que no sean muy grandes, ya que así la estufa podrá calentar sin problemas toda la casa. Especialmente se suelen encontrar en las casas de campo y, la principal pega que tienen es su mantenimiento y su instalación.

 

 

 

calefacción, Reformas en general

Ventajas del aislamiento térmico

Alcanzar una temperatura idónea la mayor parte del año en el hogar es algo que desea cualquier propietario o familia. Y es que tanto en invierno como en verano son necesarias soluciones de climatización que tienen un coste muy importante, algo que se puede reducir si acometemos actuaciones para aislar el hogar a nivel térmico.

 

El aislamiento térmico de viviendas y edificios aporta interesante ventajas a múltiples niveles. Las viviendas aisladas térmicamente se han convertido en las más demandadas por los compradores de viviendas y por ello las constructoras tienen cada vez más en cuenta el aislamiento térmico en sus edificaciones de obra nueva. Si todavía no conoces cuáles son las ventajas del aislamiento térmico te mostramos las más importantes a continuación:

 

Confort térmico

Una vivienda bien aislada del exterior permite a los usuarios disfrutar de un mayor confort térmico. Por confort térmico hablamos de una temperatura interior estable y agradable la mayor parte del año sin que se vea afectada por la climatología externa. El aislamiento térmico puede convertir a los hogares en oasis de temperatura tanto en verano como en invierno.

 

 

Reducir pérdida de calor

Una de las ventajas del aislamiento térmico es la reducción de la pérdida de calor que se produce a través de ventanas, techos, suelos, paredes y puertas. Estas pérdidas de calor hacen necesario un uso más intensivo de sistemas de climatización, lo que supone un mayor consumo de energía y un mayor gasto. Y es que el 30% del calor se pierde por el tejado, un 13% por las ventanas y hasta un 25% por los muros.

 

Eficiencia energética

Una vivienda que realiza trabajos para alcanzar el aislamiento térmico se convierte en una vivienda eficiente energéticamente. Al aislar la vivienda estamos reduciendo en más de un 50% las pérdidas de calor, lo que se traduce en una reducción media del 40% en el consumo de energía. El resultado, una vivienda más eficiente en el consumo de energía.

 

 

Menos emisiones contaminantes

Al aislar a nivel térmico una vivienda estamos contribuyendo a reducir las emisiones contaminantes de efecto invernadero. El menor consumo de sistemas de climatización reduce nuestro consumo de energía y, con ello, las emisiones de CO2 a la atmósfera, principal causante del calentamiento global y el cambio climático.

 

Mejor salud

El aislamiento térmico de viviendas es especialmente importante en hogares donde hay niños, personas mayores o personas inmunodeprimidas. El aislamiento térmico ayuda a evitar cambios bruscos de temperatura que están detrás de muchos resfriados y gripes en los cambios de estación. Una temperatura estable también es beneficiosa para el control de dolores musculares y articulares.

 

 

Otros beneficios del aislamiento térmico son el alargamiento de la vida útil de los dispositivos de climatización (aire acondicionado, calderas, estufas…) debido al menor uso y una reducción de humedades en techos y paredes como consecuencia del aislamiento.

 

Como se puede apreciar son muchas las ventajas que el aislamiento térmico aporta a las viviendas. Un cambio de vital importancia para ahorrar energía y disfrutar durante todo el año de una temperatura agradable en el hogar.

 

Reformas en general

Reforma después de verano

Cuando nos enfrentamos a una reforma, son muchas las cosas que se deben tener en cuenta, una de ellas es si hacerla antes o después del verano, si nos decidimos por la última, después del verano estas eligiendo una buena época para la reforma, ya que ha pasado la cálida brisa de la primavera y el calor del verano, haremos nuestra reforma con la brisa otoñal fresca y agradable y los días siguen siendo largos y luminosos como en verano. Solemos reconocer el mes de septiembre como el mes de la vuelta de vacaciones, la rutina y del inicio del trabajo. Pasado el verano y vuelta a la rutina, es hora de realizar aquellos trabajos que tanta pereza dan meterse en ellos en pleno verano.

Lo que llevas pensando todo el año, cuando pase el verano… ¡Pintar la casa! con el paso del tiempo la pintura se puede llegar a desgastar de nuestra maravillosa casa necesitando una nueva capa.

¿Electrodomésticos y aparatos eléctricos estropeados? Puede que haya llegado también el momento de hacer una revisión en nuestro sistema eléctrico. Revisar la instalación es aconsejable ya que siempre es más económico realizar una reparación que una sustitución, aunque a veces sea necesario.

Vuelves de vacaciones y al llegar a casa recuerdas la tubería que goteaba, el grifo que no cerraba bien, es hora de hacer un trabajo a fondo de fontanería, ¡un problema a tiempo no es un problema!

El mejor momento de poner a marchar el proyecto de el armario a medida que querías hacer para aprovechar el hueco que tienes ahí perdido en casa, ya que pronto llegara el frio y necesitas el espacio para guardar chaquetas paraguas botas…

¿También te ha pasado que ha pasado el verano y te has quedado con las ganas de tener tu propia piscina en casa? Puedes darle uso a la parte de fuera de la casa que ¡ni recudas que tenías! Y hacer la piscina que siempre has soñado, el año que viene el verano será diferente, no te arrepentirás.

Tienes un proyecto de negocio y ahora es el momento de empezar, pon a tu gusto tanto suelo como paredes, fachada, todo es importante tratarlo con delicadeza.

El baño, que quebradero de cabeza te da, no lo pienses más, vamos a quitar esa antigua bañera y lavabo estropeado, por un gran plato de ducha y un mueble a medida mucho más cómodo y eficiente.